1.8.10

SMOLL AND MOLL

En una época viajaba en silla de ruedas
me apoltronaba como un camarón
en el lecho de Neptuno.
Cuando me sentía un poco ido
ahí mismo hacia el desove.
Bueno tal vez era un delfín.
Me hacia llevar x un espectro
con la promesa de sentarnos a beber
cuando termine el viaje.
A decir verdad no era muy conversador
en cambio le enseñe a silbar
y es como si tuviera un stéreo
pasando bonitos musicales.

En Morón sur muchos creían
que mi asistente era la reencarnación
de Phil Spector.
Pues no, a falta de chispa
tenía un incendio.
Apagarlo me costo el hígado.
Al fin valía la pena,
éste con nosotros
no se cansaba nunca.
Debo decir, yo era un poco esmirriado
parecía de felpa
o esponja.
Siempre había alguien que me saludaba
con distintos diminutivos.
Se ve que me tenían.
En una ocasión nos sacaron fotos
y me hicieron preguntas
esos jóvenes extranjeros.

Que hacía yo x ahí
cuando tendría que estar en un museo
o bajo carpa de oxigeno
rogando no tener cáncer de rostro.
Nada más inicuo
les di a entender
que había perdido la línea
o mejor dicho, el rumbo.
Siendo joven fui un lobo estepario
del lenguaje
escribía en la primera persona
que encontraba
los ancianos eran los mejores.
Ese camino estaba ciego
deduje con el correr del tiempo
y al agravamiento mío.
Así es que me dedique al aguafuerte
grapas y
destornilladores.
La bebida blanca te inmortaliza
aunque no tengas piernas

Se marcharon no sin antes
regalarme unas botas tejanas.

1 comentario:

ROn Good dijo...

Felix Doval Boris Alegria

jovenes extranjeros maleducados
comicos y excentricos dandose
a un juego del mal-