A lohner
y a las cosas que son
apócrifamente difíciles
Sin moscasasoma la noche cabeza abajo
y en el paisaje
hay siempre
una sola habitación.
Dentro y fuera
el cielo y las columnas.
con eso alcanza.
Volvés al desayuno
parece que todo empieza
cuando otra cosa termina
la imbécil y contagiosa
sensación
de que algo es verdad
por un tiempo.
En las playas de Liniers
vamos a tomar margaritas
detrás en línea de misiles
edificios
como hipopótamos
nadarán
los peces
entre las columnas
de la autopista
dice el negro Ariel
trepado a un compás
de seis octavos
y el viento en cambio.
Gómez fabrica una bomba
de chica arteria
Boris y henríquez
muestran los dientes
la civilización
pasando por encima
no los va a lastimar.
Tenés razón buk
al mundo nada le importa
y todo buscamos
en la boca de tormenta.
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