20.12.08

a pedido

ESTO ES SOLO PARA DECIRTE QUE

Me comí
las ciruelas
que había
en el refrigerador

y que
probablemente vos
guardabas
para el desayuno

Perdóname
estaban deliciosas
tan dulces
y tan frías

8.12.08

X

2. decurso de la investigación


La muchacha sonríe ante tantas y variadas preguntas. Cómo es aquello, de quién son estas llaves, a qué hora murió, ¿cuál es el lugar donde ocurrieron los hechos? …
Suspira. Hace largo tiempo que nadie le pregunta tantas cosas. La muchacha recorre el cuarto blanco, cerrado, con un amplio y (supone ella) grueso ventanal polarizado. No puede ver que hay del otro lado pero intuye un árbol de navidad con sus luces encendidas, parpadeantes en la oscuridad. Al costado del árbol 3 policías juegan a las cartas. El viejo escritorio está repleto de fichas, apuestas, diligencias que aparentemente se resolverán en el pasado de una vaca pastando en diferentes llanuras que parecen la misma pero no lo son. Los policías beben café.

Ella está sentada y bosteza. El hombre al otro lado de la mesa de interrogatorios se pasea de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, como el péndulo de un excéntrico reloj. Su lengua perspicaz no se detiene tal como el cucú nos da la hora. Esto recuerda algo a la muchacha. “Qué hora es”, pregunta. “Creo que tengo que irme”, afirma con seriedad. El hombre sonríe. “Una última pregunta”, dice. “¿Eran chicos o chicas?”. La muchacha se toma su tiempo para contestar, reclina la silla metálica hacia atrás y mirando el techo clarísimo, impoluto como un cielo del espacio, le responde: “no lo sé”.



,
.

19.11.08

X

4. una ensalada verdadera


Autos chocadores. El sótano se iluminó pero, según recuerda, la lámpara estaba quemada. “Abran la puerta”, dicen voces desde el otro lado. Una burbuja de líquido azul asoma desde la cerradura. Hace poco, cerrando los ojos y dibujando una cruz en el mapa de su mente, recordó el olor de los conejos asados. Una nueva primavera ha llegado, pero la otra no terminó de irse. “Abra la puerta” insistieron las voces. El tenedor tenía diminutas manchas de sangre, pero sangre al fin... La manija tembló como si intentaran forzarla.

“Esta cerrado” reflexionó el mudo, “no tengo la llave”.
“Nosotros tampoco”, le contestaron las voces desde el otro lado.


.
.

16.10.08

Abriendo el paso... a La Paz

.
.
Salsípuedes


las palabras vierten
cadenas invisibles
en el bosque

el locutor transmite
maremotos
& bengalas

la lluvia
esconde una virgen
las ramas
alambres de púa

los relámpagos

fotografías

del cielo.

En la canadiense
hijos y perros
mueven
el frío,
debajo de unas lonas
él sigue despierto

parece que fue
recién
se miraron
2 horas sin
hablarse
4 ojos a punto
de pestañear
1 lágrima
y hasta nunca.

El rayo quemó
20 Televisores
y un corazón.

3 años después
ella se aleja
de un hotel
y ni siquiera
recuerda
esa sintonía.





Santiago Juárez 6/8/08

8.10.08

Abriendo el paso


Otro planeta


Sos un rincón amargo
dentro del espacio
velocidad
a punto de hacer un cráter
en los ojos de alguien.

Pero te deslizas
en la noche.
Avenida
planetaria
que recorre
los restos
de alguna
civilización
en desuso.

Un encuentro
de otro lugar,
futuros distintos
con problemas
hemofílicos.
Chicos expuestos
a una pequeña
intención radiactiva.
En el cordón
de tu casa
cae la noche
y pensás
la muerte en otro planeta.



Nana

28.9.08

Una hermosa noche

Es una hermosa noche veraniega
en pleno invierno.
Estoy en mangas de camisa
y me preparo un escocés
con 2 hielos
y en un vaso de whisky, para colmo.
Abro la ventana
el viento entra en el jodido edificio
rechazo malos presentimientos.

Supongo que hago lo correcto.

Escribí 3 oraciones y cada cual tenía uno o más problemas. Las borré completamente.


Tal vez alguien me vea
a través de la ventana
sentado frente a la computadora
y piense que estoy chateando.
Y que a veces me quedo sin escribir
o miro por la ventana
(pero sin ver más que un perfil de arquitectura
luces
y árboles)
porque nadie contesta.
Entonces ese alguien piensa
que debo ser retorcido
o que uso metáforas demasiado abiertas
donde el pensamiento puede dar un patinazo
y de pronto verse golpeado
deslizándose.
Pero lo más posible
en este momento
es que aquel tipo observando mi ventana
(si alguien aun observa)
no vea más que un punto.
Un punto de luz amarilla.
Un punto negro.




Henríquez


23.9.08

Más de lo mismo

Un hecho real Como a casi todos últimamente, a Harry, lo conocí en el bar. Bordeó nuestra mesa y nos miró con cierta timidez de extranjero, sonriendo, a la espera de que alguno le dirigiera la palabra. Un momento después ya estaba sentado, bebiendo con el grupo como uno más. Cosas como estas suelen ocurrir. Harry decía ser irlandés, y aunque su aspecto no lo desmentía –rubio, flaco, alto, pelo corto y barba de 2 días-, al principio dudaba de que fuera un actor, uno muy habilidoso, haciéndose pasar por turista y tomándonos el pelo. A medida que la noche transcurrió me di cuenta de que no era así. Nosotros lo jodíamos preguntándole si era del IRA. Fumamos en el baño y salimos del cyber. Nana se fue y viajamos con Bonzo, el irlandés, y Doval, a casa del viejo pescador. Compramos un par de cervezas y pasamos un rato en el garage. Bonzo se entretenía como un niño con el irlandés, quien le enseñaba llaves de judo. Doval y yo leíamos poemas y los comentábamos ante la mirada estupefacta de Caro que –perdón, la había pasado por alto-, también estaba allí. Lo invitamos a fumar sucesivas rondas y Harry se sintió en confianza. Me imaginé, poniéndome en su lugar, que había llegado al lugar deseado. Al puerto donde los vagabundos son tratados con respeto, con hospitalidad, música extraña, poesía y drogas comunitarias. Y así, de pronto Morón, un parador sudamericano del movimiento en el sin sentido de la distancia entre Buenos Aires y Belfast. Alrededor de las 3 o 4 de la madrugada dimos al viejo pescador un descanso y partimos de regreso al centro. Bonzo y el irlandés clamaban por una cerveza más desde el asiento trasero de Charly, mi 128 rural, de modo que paramos en un pancho 69 de avenida Irigoyen a cargar combustible. Esas últimas dos cervezas las tomamos manejando por las callecitas de Morón, charlando cosas ciertas hasta el punto final de una pupila. Harry estaba alegre. Antes de irse me pasó su celular y yo le di el mío. Una o dos semanas después lo volvimos a ver en el bar. Pero nosotros éramos muchos, y tal vez esto sumado a su vacilante condición de extraño, o a alguna otra urgencia, determinaron que Harry no se quedara por mucho tiempo. Sólo se acercó, con un vaso de cerveza en una mano y la botella en la otra, fue puras sonrisas un instante y volvió a perderse entre las computadoras del local. Desde entonces no volví a verlo. Ayer, boludeando con el celular, borrando números viejos, vi su teléfono y pensé en llamarlo, o al menos mandarle un mensaje. Pero -como suele suceder- no lo hice. Lo pensé un momento y no lo hice. Quizás ese mensaje casual hubiera cambiado el rumbo de esta historia. Hoy, después de la radio, fuimos con Nana a tomar una cerveza. Estábamos hablando de quien sabe qué, cuando Nana asoció algo y pensó en Harry. Entonces me pasó una hoja de diario doblada en 4, por encima del escritorio. Vi esa hoja como si fuera un objeto traído desde otro mundo, un diario de juguete y a su vez una replica perfecta, real, perfectamente real, el absurdo confirmándose a sí mismo. En la hoja decía: “Investigan el crimen de un turista irlandés, baleado en Castelar”. “La victima se llamaba Harry Christopher, tenía 28 años y decía haber nacido en Belfast, capital de Irlanda del Norte.” Me sentí muy mal, e inclusive ahora tengo la sensación de que algo muy grave ha ocurrido. De que esto es una señal clara e indefectible de algo que no podemos prever. No necesariamente algo malo, pero la señal está aquí.
Le dije a Nana que me sentía un poco culpable, por hacer sentir al tipo que Morón era un buen lugar. Quizá Harry había bajado la guardia. Se había confiado. O quizás nada de esto.
Justamente llegó Lhoner, proponiendo, como se suponía también en el diario, que el asunto era más turbio que un simple homicidio por robo. Drogas, ajustes de cuentas, el FBI, la INTERPOL. Le dije que no era así, que yo lo había conocido, que Harry era una buena persona. Lhoner nunca compartió mi certeza. Dijo que yo no lo conocía como para saber si era o no un traficante o algún tipo de agente. Le dije que al menos lo conocía mejor que él, que no lo había visto ni una vez en su vida. Además Harry buscaba la compañía en vez de evitarla, cosa que hizo por desesperación, por estupidez o por pura inocencia de no conocer el territorio o basarse en impresiones falsas. Como la que nosotros le dimos en el garage aquella noche. En el recorte periodístico se mencionaba un tatuaje de águila que cubría la mayor parte de su espalda. Lo recuerdo, como también su sonrisa, los gestos vivos. No fue nadie para mí pero pudimos alcanzar un entendimiento, cierto pacto, un acuerdo a menudo esquivo aun para quienes se ven todos los días. Fue breve la despedida, en Machado y Mendoza, al bajarse de mi auto. Llevaba intacta su alegría de amigo, como un mensaje contra el tiempo. Intacta mi seguridad de que su historia continuaría desarrollándose con la nuestra. Y en cierto modo, eso está hecho. Y yo en pocos días cumpliré 28 años. Y Harry, ahora, está muerto. Tal vez un mensaje de texto hubiera cambiado todo. Cuando le cuente al viejo Doval, no lo va a poder creer.

20.9.08

Abriendo el paso

100 Vidas y un desesperado


Todo, iba de
mal en peor para
Artur.

Esta vida, solía decir,
no es de las mejores que
me han tocado, pero ya
estaba acostumbrado
y eso
era lo grave
lo triste
lo terrible.

Aquella noche
en el bar, Artur,
por una casualidad, o varias
terminó sentado en
nuestra mesa.
Hablando. Tomando. Fumando.

En ese entonces, yo
buscaba historias
particularmente extravagantes
para una agencia
que vendía
futuros paralelos.

Artur habló de sus vidas
de cómo llegó a ser ninja,
el único ninja negro
en Morón,
de cómo capturó a
su amada, una bruja cantante,
con sus artes secretas. Al parecer
Artur y su pandilla
se dedicaban a cazar monstruos.
Después de unas cervezas y
algunas corridas, recordó
la fortuna
que había cosechado
con la venta
de especies atróficas,
arañas ciempiés y lagartos metamorfos,
seres abstractos
que raptaba del ciberespacio.

Pero eso
era pasado, o presente.
El futuro no existía.
Esta era la última de sus vidas
la última y la peor.

Artur tenía ya 60 años y había pasado
la mayor parte de ellos
trabajando en la misma empresa
la misma oficina
el mismo escritorio.

Tenía casa, dos autos y
una bella mujer, todo
lo que a cualquiera de nosotros
le gustaría, claro que
para quien ha vivido
100 vidas y ninguna muerte, estas cosas
no eran importantes.
Lo realmente importante,
aquello que más deseaba, era
lo que nunca
podría conseguir. Otra vida.

Otra vida para cazar monstruos.
Otra vida para especies.
Otra vida para un desesperado.


Eddie.

18.9.08

27 de septiembre - Lectura PHIL

SI TODO SIGUE ASÍ, EL SÁBADO 27 DE SEPTIEMBRE A LAS 20HS SE PRESENTARÁ LA FORMACIÓN PRINCIPAL DE PHIL BORIS DOVAL & HENRÍQUEZ en Hurlingham – Centro Cultural Leopoldo Marechal Av. Vergara 2396 – Villa Tesei. 

14.9.08

Snack Lily

Ahora están viendo en una pantalla
de L.S.D
que a veces se derrama
como va el tiempo en Praga.
Por momentos piensan en comer algo
sin compromiso
y menos levantarse.
La inmovilidad te mantiene
es mejor pensar
en eso de la frescura
y que para trascender
hay que volverse gata.
Podrían cambiar de canal. O no.

19.8.08

AVISO - Don Diego

***********************************************************************************

El proximo Jueves 21 de agosto, Henríquez leerá

en el consejo deliberante de Morón.

Phil estará presente, infiltrado entre los espectadores.

***********************************************************************************


Don Diego xxxxxxxxxxxxx (reversión)

Don Diego se fue a Italia
Abandonando el calor de Calorifornia
A buscar una buena mujer
Y un par de hijos.
Don Diego partió desde América
Dejando atrás a dos de sus mejores amigos
Uno de ellos era sordo
El otro, no era nadie.
Se fue a Italia
Esperando encontrar el amor
Que no le había dado la noche tropical
Que no le había otorgado la justicia
Que no había ganado en ese pácman donde era Zorro
Y siempre quedaría alguien a quien salvar.
Se fue a Italia
No a la Italia donde la CIA revienta comunistas
No a la Italia de los techos de oro
No a la Italia del dialecto, la cultura, el folklore, la ignorancia
Se fue a una especie de coliseo cibernético
Asistido por caballos
Remolcados por un camión técnico-romano,
Gladiador que había muerto antes de la primavera.
En esa tierra se estableció Don Diego, dejando atrás su pasado
Intentando la gloria del anonimato
En donde cosechar un amor
Y un par de hijos,
Creo que eso ya lo dije.

Al llegar dijo Buenos días
Sólo que en italiano
Y Solo por que no había nadie más allí
Y el aeropuerto lanzaba miradas líneas blancas.

Dicen que halló un lugar seguro
Una baticueva mediterránea
Con tecnología de punta
Que le hacía poner los pelos del afinado bigotito
Alertas a cualquier cambio del Estado
O de los climas.
Así fue que se casó
Y como ya saben tuvo 2 crías.
El tiempo transcurre
Como siguen las cosas que suelen seguir
Y el invierno calorífico lo inquietó
Y recordó la injusticia
Del pueblo aborigen-español
Dueño de una lengua que según dicen no existe
Pero jamás debió ser destruida
Y sintió el deseo ilógico
De buscar más.
De modo que tuvo más mujeres
Y mientras le hacían una turca en un sofá de Florencia
Vio nítidamente a Bernardo nítidamente
Su fiel amigo
Implorándole a Dios
Algo más que el estar del lado de los buenos
Algo más que la conciencia mínima de saber lo que hacía
Algo más que saber que la culpa es algo primitivo y superable
Y así fue, conoció a Melany
Cuya lengua era sutil
Y mucho más sus movimientos.
Pero él tenía hijos
Muy cuidados los dos – liberados
Uno llamábase Don
El otro, Diego,
Claro que había sido un hombre noble
Pero de imaginación escasa
- El Zorro es astuto
Pero lo cazan.
Solía decir su mujer tana
Mientras lo esperaba con la cena servida
Conciente de las justas hazañas de su marido
Pero no de las justas preñadas
Que se multiplicaban
Como renacuajos o estrellas.

Su vida siguió fiel
A la Melany de la sutileza
Y al honor de un pasado seguro
El matrimonio perfecto
Y la variedad del azar…
Porque, como decía Don:
“Todos los mitos se olvidan”
Y “en especial lo que son escuchados por sordos”
Le respondía Diego
Mientras un zorro chino se quemaba
Jugando con el fuego
Que invadía las sillas y los patios




Henríquez

16.8.08

NIBIENNIMAL

La cuestión que en el babyfutbol
brillaba como diente de oro
en la boca de un león.
Estuve por viajar a Europa
nada más me quedé para ser despachante
y amable.
No me fue tan mal
me compré un traje.


31.7.08

ES UN HECHO




se consigue en: VALHALLA
25 d mayo 255, Local 6, Galería Edén.
Morón - GBA.

25.7.08

EY


EY

Cuando hace frío duermo vestido
me lo pide el cuerpo.
Me tapo con el capot de una chevi
sobre unos ladrillos que acabo
de calentar
prolijamente
con el pensamiento.
Desde la cama veo el noticiero
como si fuera una canción de cuna
desarreglada,
y cierro los ojos alegremente
pensando en una araña
que nadie debería matar.



Dovalito (el 10)


.
.
.
.

Antídoto #3

22.7.08

2do. parte extraviado en submarinos



Noticias perdidas: 2do. Parte extraviado en submarinos


Mucho se dijo
De la primera carta de Phil
Que vino de improviso
Como una historia rumoreada
A través de periscopios que asoman en la realidad
Tan cerca que no nos vemos
Fumando como siempre en el ombú de la resistencia
A 2 cuadras y pico del cyber
Frente al garage
Con bolsas de basura colgadas bajo el agua
De un gran árbol podrido
En navidad.
Dicen que esa noche todos salimos de gira
Y hasta cucarachas y ratas nos siguieron por la vía interminable
Del Morón Estelar
Que sólo se enciende ciertas noches
Específicamente inciertas.
Mucho se dijo
Pero yo no escuché nada
–glú-glú-
Pasa un tren
Le dicen al hombre bestia.
Yo
A lo sumo leí
Alguna vez
Escrito en la cintura líquida de una enana
El mensaje cifrado
Del fin.

La contrapoesía

El contraespionaje poético
Esa noche
Nos persigue

Damos un par de vueltas
Nos autoperdemos.

Crecimos equivocados
Nunca estuvimos adelante.
Somos la retaguardia
De la
Poesía.

Henríquez, octubre 2007

.

.

.


Antídoto #2

Incidente Butteler



INCIDENTE BUTTELER

Por una nochecita con vos
dios daría la vida.

Corría el mes de Agosto
a Septiembre
es de suponer. Lo sé.
Ignoro el resultado.
Como también que si era lunes
después sería martes
y que matar a un cerdo
de un hachazo
es cosa de mandinga.
Habíamos ido a un estadio en el futuro
a mí me llevó el viento
y a ella una banda.
Éramos todos visitantes
y nos dirigíamos
como una estampida
hacia el parque
tal vez un bosque
siempre de la Independencia
o de la declaración.
Cuando llegamos tuvimos que comprar entradas
y no hacer esa avalancha
que me costó un corte en la cabeza
y por eso mismo en vez de entrar al club
entré en pánico
y me largué a correr
igual que un pericote
por su vida.
Hasta que afortunadamente si bien no di con ella
al menos encontré un kiosco
y su heladera
que estaba llena de bebidas.
Tuve toda la noche para contarle al señor
o señora
la que había pasado
en Viva García
si ese era el nombre.
El o ella sólo me despachaban
con su cara de extranjeros
les conté que el aspecto
iba más lejos que mi voluntad.
Además me llamo Cacho Fontana
duermo en la placita Butteler
y tengo problemas
si me dejaran salir seguido
tomaría más
pero es que tengo condicional
y me verifican desde un satélite
policíaco
las 24 horas del día
-y la noche?-
-también.-
Podría ir al interior
agarraría la calle por mi cuenta
y a poco de andar
plantaría un ranchito
a la vera de 3 Arroyos
que desembocan en el Paraná.
Seguramente.
En una de esas consigo una patrona
y me veo en la obligación de trabajar.
De tener alguna cría
cada tanto
pensar en su felicidad. Ocuparme.
Pacientemente.
El suponer no cuesta nada.

Siempre me dije en persona.
-Por ir rápido, no te pierdas
lo que harías si fueras despacio,
Horacio-.
Así es que tomé un tren
que iba a Melchor Romero
yo me tenía que encargar de las combinaciones
saber adonde iba
bajar en el lugar indicado.
Comportarme como un pasajero.

El viaje pasó volando y
yo también
todo el tiempo había una chica
que después me di cuenta, era ella
que volvía de Avelino Fernández
ya sin la banda
del buen humor
y los conjuros.
Estaba solamente
trascendiéndose
como un grano de pimienta
canela en rama
o jengibre del trópico
especias al borde de la locura
o la fascinación.
Esa clase de diamante
que no conoce nadie
una dirección equivocada
todo lo que te hace llorar.
Bueno una chica bonita es un incidente
donde podés morir por un lado
o reventar por el otro.
Doval
Boris Doval. Contemporáneo argentino y moronense. Dedica su juventud a las letras, no tanto a la literatura. Sin éxito pero con fe. Esa creencia lo lleva a no cursar ningún estudio importante. Menos de los otros. Además nunca lo premiaron en categoría alguna. Se considera un lector carroñero. Por lo visto le sobra el futuro. Actualmente es amigo del Señor Phil.
.
.
.
.
.

Antídoto #0

4.7.08

Compañeros Compañeras



jueves 19hs - bar la martina

(25 d mayo 255 - morón (GBA)- al fondo de la galería, al fondo del bar)


laboratorio de poesía y narración.


allí se habla de literatura.



2.7.08

Buenas... Señor Phil

Presentación...

Despues de cuatro años de sostener el contrabando de las resistencias más o menos organizadas en Oriente Medio, Colombia, China, Antartida y muchos otros lugares, el Señor Phil aparece de nuevo. Bueno, esto es un decir...

Poco sabemos de él, y cualquiera en nuestro lugar no tomaría en serio la misión de predicar la literatura, misión que creemos, de algún modo, él mismo nos ha encomendado, aunque nunca lo haya puesto por escrito ni se lo haya dicho a nadie.
Sabemos al igual que Phil que la poesía tiene tan pocos límites como lectores, y que nos enfrentamos a una tarea perdida de antemano y dirigida por un mecenas inepto, lejano, feo y acaso inexistente.
Pero no es así.
Creemos en la Misión. Se presume que tal vez haya más personas que conozcan a Phil, que lo hayan entrevisto en la mancha de una página de un libro nuevo, en el secreto que esconde un insecto aplastado. En un arbitro de boxeo, o atendiendo una cafetería. Viajando en días lluviosos. Empañando un vidrio al acercarse demasiado a este invierno que empieza.

Calentando una silla en el desierto. Paseante en las alturas de una construcción.

Está bien, buenas noches, buenas tardes y Buenos días, Señor Fil.